Giorgio Merli,
presidente de IBM en Italia, dio una conferencia marcada con una visión
suya propia muy futurista y avanzada en cuanto a las necesidades de las
empresas de adaptarse a un mercado tan variable como el que parece que
va a llegar.
Este hombre expuso su
teoría de ‘business on demand’, que básicamente promulga que con
tantos cambios de todo tipo (económicos, sociales, políticos, de
infraestructura..) que se producen actualmente, en el mercado surgen,
brotan oportunidades de negocio fugaces, que son como una ola de demanda
que hay que aprovechar antes de que se deshaga, fruto de que el cambio
la hace obsoleta, al cambiar las necesidades del consumidor. Con la
globalización, el volumen de venta de una empresa que ese adapte y sepa
coger esas olas de demanda sería rentable. Todo ello parece una
utopía, pero la aparición de internet ofrece una tecnología rápida y
segura de comunicación, y se dispone de un canal de venta perfecto que
lo hace posible.
Según Giorgio Merli,
se puede observar en la cadena de valor de muchos productos que el valor
añadido en la fabricación es generalmente muy bajo, poniendo como
ejemplo el de los automóviles: sólo una pequeña parte del valor que
un cliente paga por ellos se atribuye a la cadena de montaje, siendo
mayoritarios los costes de almacén, transporte, porcentajes de
beneficio para los distribuidores y para el vendedor final. Así que la
disponibilidad de un producto es capaz de generar valor. Con la empresa
virtual que propone este italiano, se aprovecharía la disponibilidad
que ofrece internet y su rapidez para vender determinados productos, que
pasarían a ser productos-servicios, ahorrándose la empresa costes
innecesarios.
Las empresas emergentes
que quieran aflorar en este campo deberán así ser extraordinariamente
flexibles y eficientes, para coger esas ‘ola de demanda’ y así
ofrecer su producto-servicio mientras ésta exista. Para ello es preciso
que la empresa identifique sus cualidades, sus posibilidades y sus
capacidades particulares de competitividad, para luego, en base al
producto-servicio que la empresa ofrezca, el tiempo y la situación del
mercado que proporcione esas ‘olas de demanda’, poder ser rápido en
identificar potenciales clientes, proveedores y aliados temporales –es
decir, mientras dure la ola de demanda-. Y para todo ello es
imprescindible el hardware, que debe ser potente como para poder
transmitir toda la información necesaria a tiempo real.
El producto que se
venda deberá ser un producto pre-diseñado. El señor Merli habla de
transformar el ‘consumership’, es decir, el consumo, en lo que el
denomina pro-sumership, un consumo que la empresa virtual procrea, que
existe gracias a ella.
El señor Merli se puso
ejemplos de producto-servicio: ‘a la hora de comprar música, un
cliente podría, en una de estas empresas virtuales, grabar las
canciones que quiera, en el formato que quiera, y generar una
auto-factura, pagando al instante y pagando al mismo tiempo los derechos
de autor proporcionales a quien corresponda. Así pues, en resumen, una
empresa virtual, para hacer negocio ‘on demand’, requiere un
producto muy espacial e innovador y un proceso y tecnología adecuados,
y se hará un sitio en el mercado cuando: